En el encierro no existen respuestas.
Solo surgen pretextos para olvidarse así mismo. Re – inventarse en el exterior
es guerra sin victoria. Fabricar asombro
se convierte en herida. Cuando estorba el presente la ficción es la única
verdad. Siempre habrán daños colaterales: como respuesta a la causa y al
efecto. Cuestionar la existencia misma es absurdo. Nace la
duda en la razón para retar a la muerte. Para arrinconar la existencia
universal. Para escupir sobre la verdad, sin embargo, la respuesta es retórica
putrefacta. Se diluye en el limbo la esperanza de la certeza, de aquella
verídica respuesta. Ya no existe el ruido solo queda la desesperación…
domingo, 31 de marzo de 2013
jueves, 7 de marzo de 2013
Agrio amanecer
Es jueves por la mañana. Una sangrienta luz inquieta al amanecer. Desde el
reflejo que señala una ventana se contempla la resurrección de esta negra
ciudad. Las calles son cifras vacías. El frío herida que dilata con
remordimiento. La culpa un rostro inútil. La plaza un cementerio de recuerdos.
Mis ojos cual pescadores atrapan a la bandera mientras se quiebra en la nada. Realizo el resumen
de mi vida cuando pierdo aliento en cualquier parte. Recuerdo que: me echaron
del trabajo y que Marta al suelo escupió nuestro idilio para irse con otro cerote.
Adentro mi mano en las bolsas del pantalón y no encuentro nada. Avidoso registro
nuevamente y toco mi billetera, la abro y lo único que veo es el número de la puta del
prostíbulo donde me emborrache la noche anterior. Perdí mi celular. Un opaco
sonido muerde mis pensamientos. Las campanas de la catedral suenan. Y no sé a
dónde ir...
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